Etimológicamente la palabra Cecina deriva del término latino siccus, que significa seco, o bien, del término céltico ciercina que se refiere a cierzo o viento.
El diccionario de la Real Academia de la Lengua define la cecina como “carne salada, enjuta y seca al aire, al sol o al humo».
El ORIGEN de la Cecina se remonta, de acuerdo a las primeras referencias escritas, a tiempos Romanos. Son muchos relatos en los que aparece la Cecina a lo largo de la Historia, destacando entre ellos la aparición de este producto en las paginas del Tratado agrícola de Lucio Junio Moderato Comunela -escritor agronómico romano del s. 4 a.C.- pero, fueron los primeros pobladores del noroeste de España antes de la llegada del imperio romano, los Astures, quienes comenzaron a elaborar propiamente dicho la Cecina de León.
Seleccionando los mejores cuartos traseros de las mejores razas vacunas, obtenemos un producto de primera calidad. Si a esta carne rica y jugosa le añadimos solo ingredientes naturales y troncos de leña de roble que lentamente se van consumiendo a la vez que perfuman la cecina; pasados doce meses obtenemos un producto único y diferenciado.